Maldito San Valentín

Por Juls.-

Azúcar, flores y muchos colores... ¿son las Chicas Superpoderosas? ¡No! Es San Valentín, que anuncia la llegada de un día cargado de exceso de dulzura. Como si no alcanzaran los 364 días del año restantes, nuestra cultura adoptó esta festividad anglosajona para que los enamorados expresen su amor... ¡y a mí me exaspera!

Corazones por doquier: en las vidrieras, en la tele, en las revistas, en las publicidades de Internet. Puestos de flores en las esquinas y vendedores ambulantes ofreciendo ternura en forma de tarjetas, adornos o... más flores. Chocolaterías que explotan de melosidad con sus bombones y cajitas en forma de corazón y sus vidrieras con angelitos danzantes. Confiterías, restaurantes, cines, teatros que invitan a celebrar el día de San Valentín con esa persona querida (salida especial = gaste su dinero aquí). ¡Puro marketing! Toda una maniobra para que los tortolitos derrapen plata en ternura exagerada... y para que los solitarios nos sintamos unos desgraciados.

 ¡Atención! Si usted está soltero, pero a su pesar y con tristeza, evite salir a la calle el 14 de febrero. Sólo verá todo aquello que le recuerda a su desdicha. Será inevitable ver parejas de la mano, abrazados o besándose a cada paso que dé. Y cada par de novios le recordará que usted está SOLO y no tiene a nadie con quién "festejar" el supuesto día de los enamorados. 

Alternativas para pasar el día lo mejor posible y no derrumbarse en su soledad: organice una fiesta con sus amigos libres de compromiso, riánse de su suerte (o lloren y pataleen, eso va en cada uno), miren películas cómicas, bailen alocadamente, jueguen algún buen juego de mesa o videojuego, coman pizza, tomen alcohol, búrlense de todos sus amigos "casados" y griten histéricamente como trastornados: "¡¡SOY LIBRE Y AMO MI LIBERTAD!!".

Si en cambio ya no le quedan amigos solteros y, además, tiene un espíritu masoquista: pida un kilo de helado de distintos tipos de chocolate, mire una película romántica al estilo The Notebook y llore hasta que sienta que le arden los ojos y que está al borde de la deshidratación por haber perdido tanta agua. Bajarse una botella de licor de chocolate o de Baileys también ayuda. Si no le tumbó el sueño y aún le quedan ganas de amargarse, busque su diario íntimo o hurgue por sus recuerdos para rememorar todos sus fracasos amorosos. Cuando la invada la depresión, dése cuenta que se está atormentando por un idiota que le rompió el corazón y que allá afuera hay miles de personas sufriendo por lo mismo que usted. "Mal de muchos, consuelo de tontos" dicen, pero quizás haya otro tonto con sus mismos sentimientos y tal vez sus caminos se crucen.

A los enamorados que salgan a celebrar su amor... ¡cuidado! También está la clase de solteros resentidos que planean "Salir el 14 de febrero a asesinar parejas felices" ... y según Facebook, son miles, así que cuiden sus espaldas.

Y así es como nos invade el exceso de amor en San Valentín... así es como no podemos escapar de ese huracán de cariño y cursilería que resulta tan doloroso para los corazones desolados. Pero quizás esa ternura que hoy nos causa repulsión el día de mañana, acompañados, nos ilumine con una sonrisa. ¡Quién sabe!

PD1: Esta nota fue escrita en un tono irónico. No tomarla al pie de la letra. No busca ofender a los empalagosos enamorados.

PD2: También fue escrita por una persona despechada y con el corazón herido. No está en contra del amor, sino que está escéptica.

PD3: ¡Igual es puro marketing!

PD4: ¡Maldito San Valentín!